Cinco individuos se declararon culpables por su participación en «FireBunnyUSA». Esta red traficaba narcóticos a nivel nacional en Estados Unidos. La operación de drogas en la dark web con criptomonedas logró blanquear $7.9 millones en ganancias ilícitas. La condena fue anunciada este miércoles por el Fiscal del Distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, Jr., destacando el alcance de la red.
La organización criminal operó intensamente entre enero de 2019 y agosto de 2022. Su base de operaciones estaba inicialmente en Flushing, Queens. Desde allí, enviaron más de 10,000 paquetes de narcóticos a los 50 estados y Washington, D.C. El cabecilla, Nan Wu, recibió una sentencia mínima de 6.5 años en prisión estatal. Esto ocurrió tras declararse culpable de venta de sustancias controladas y lavado de dinero el 3 de abril.
Como parte del acuerdo, Wu debió entregar 20 BTC, 3,297 XMR y más de $12,800 en efectivo. Las autoridades de Manhattan realizaron once compras encubiertas para desmantelar la red. Compraron cocaína, MDMA y ketamina enviadas directamente a Manhattan. Los investigadores encontraron que el grupo recolectó casi $8 millones en pagos de BTC. Solo el teléfono de Peng Peng Tang contenía $900,000 en criptoactivos.
El método de lavado era sofisticado. Los fiscales detallaron cómo utilizaban Monero (XMR) para ocultar el rastro de los fondos. Convertían los pagos de Monero nuevamente a Bitcoin (BTC). Luego, movían los fondos a través de diversas compañías de intercambio (exchanges) controladas por Wu y Tang. Al menos $2.4 millones se convirtieron a yuanes chinos en el extranjero. Otros $734,000 se blanquearon mediante intercambios de criptomonedas en EE. UU.
¿Son las «privacy coins» el escudo perfecto para el crimen?
Este caso subraya la tensión entre la privacidad y la regulación en el espacio cripto. Si bien Monero ofrece un fuerte anonimato, su uso ilícito genera preocupación regulatoria. Sin embargo, expertos en análisis de datos señalan que esto no es la norma. La mayoría de la actividad criminal sigue usando criptos convencionales, como Bitcoin y Ethereum. La razón principal es que estos activos principales poseen mayor liquidez y son más fáciles de usar.
El uso de monedas de privacidad (privacy coins) presenta un desafío significativo para los delincuentes. Expertos en análisis blockchain señalan una debilidad clave en esta estrategia. Convertir las monedas de privacidad a dinero fiduciario es difícil, ya que requiere pasar por puntos de control. Muchas plataformas de intercambio centralizadas han eliminado el soporte para Monero y Zcash. Aunque las transacciones sean privadas, la necesidad de «salir» del ecosistema cripto sigue siendo el punto vulnerable que aprovechan las autoridades para rastrear y judicializar estos casos.
