MoonPay anunció el lanzamiento de una suite enterprise de stablecoins integrada con M0 y la incorporación de exdirectivos de Paxos, un movimiento que transforma su perfil de proveedor de on‑ramps a infraestructura completa. La propuesta ofrece a empresas, fintechs y proveedores de pagos una opción para emitir, gestionar y distribuir stablecoins con cumplimiento regulatorio en EE. UU., con impacto directo en tesorerías corporativas, wallets y remesas internacionales.
La iniciativa combina la plataforma programable M0 con la infraestructura API‑first de Iron, adquirida previamente por la compañía. MoonPay plantea una oferta end‑to‑end que cubre emisión, on/off‑ramps, swaps y procesamiento de pagos, apoyada en licencias de transmisor de dinero en varios estados de EE. UU.
El objetivo declarado es reducir los costes de transacciones transfronterizas hasta un 80%, aprovechando la menor latencia y la interoperabilidad multichain para acelerar liquidaciones y mejorar la eficiencia operativa.
Contexto e impacto de la suite enterprise de stablecoin
MoonPay ha fichado a líderes procedentes de Paxos para encabezar el negocio: Zach Kwartler asumirá la jefatura de stablecoins y Derek Yu se hará cargo de tesorería y liquidez, aportando experiencia en productos white‑label y operaciones de emisión. El refuerzo de talento busca acelerar la trazabilidad regulatoria y operacional en la oferta enterprise.
El contexto competitivo es intenso: Circle y Tether dominan la oferta y la capitalización de mercado, mientras infraestructuras institucionales como Fireblocks disputan la posición en custodia y tokenización para bancos y fintechs. El caso Hyperliquid, donde varios proveedores compitieron por una stablecoin nativa, ilustra la preferencia del mercado por soluciones especializadas, integradas y conformes.
MoonPay presentó la suite y las contrataciones el 13 de nov.; el siguiente hito operativo será la apertura de emisiones enterprise y la activación de integraciones multichain anunciadas por la compañía. En la práctica, las empresas con necesidades de pagos internacionales y liquidez digital disponen de una vía para probar emisiones y flujos de redención con trazabilidad regulatoria, mientras el mercado de stablecoins sigue marcado por movimientos de emisores institucionales y de infraestructura.
