Los Layer-1 se afianzan en 2025 como la infraestructura esencial que valida transacciones, ejecuta contratos inteligentes y aporta la seguridad utilizada por dApps, DeFi y Web3. Desarrolladores, instituciones y proveedores de servicios buscan esa base segura y escalable, una tendencia que sitúa a Ethereum, Solana y Cardano en el centro del ecosistema. La observación subraya el papel de los Layer-1 en la adopción institucional y en la arquitectura técnica del sector.
Hay cinco razones que explican la relevancia de los Layer-1 en 2025: seguridad y descentralización, innovación en escalabilidad, impulso de la interoperabilidad, adopción institucional y crecimiento de ecosistemas. Esta combinación consolida su rol como capa de verdad sobre la que se construyen productos y servicios.
¿Por qué son tan importantes los Layer-1?
En seguridad, los Layer-1 actúan como árbitros de verdad, y los Layer-2 y protocolos superiores apoyan sus mecanismos de consenso para heredar sus garantías. Esta relación refuerza la confianza en aplicaciones críticas que requieren seguridad nativa.
En escalabilidad, los proyectos han incorporado sharding y variantes de Proof-of-Stake (PoS) para aumentar el rendimiento y bajar la latencia. El sharding es una técnica que parte la cadena en fragmentos paralelos que procesan transacciones simultáneas. El Proof-of-Stake (PoS) es un mecanismo donde los validadores aseguran la red bloqueando tokens, sin necesidad de cálculos intensivos.
En interoperabilidad, Cosmos y Polkadot habilitan transferencias de activos y comunicación entre redes, lo que reduce fricciones y expande los casos de uso al facilitar flujos entre ecosistemas previamente aislados.
En adopción institucional, hay un caso clave como el Franklin Templeton en Solana que hace pruebas de tokenización y emisión de stablecoins sobre Layer-1, una señal que confirma la viabilidad comercial de estos entornos para desplegar productos financieros.
En crecimiento de ecosistemas, la concentración de desarrolladores y capital en redes de primer nivel acelera los efectos de red, atrayendo más propuestas y liquidez y reforzando el círculo virtuoso de innovación y uso.
La consolidación de los Layer-1 incrementa la confianza operativa en aplicaciones financieras que exigen seguridad nativa, lo que impulsa la adopción institucional al proporcionar garantías de integridad y disponibilidad en la base de la pila tecnológica.
Disminuye la dependencia exclusiva de los Layer-2 para casos críticos, aunque las soluciones off chain seguirán complementando la escalabilidad y optimizando costes en flujos no sensibles a la latencia o a la máxima seguridad on chain.
El avance de la interoperabilidad facilita el flujo de activos entre cadenas y mejora la liquidez agregada, abriendo la puerta a composabilidad cross chain y a nuevos modelos de mercado más eficientes.
Aumenta la presión competitiva entre Layer-1 por atraer desarrolladores y capital, un escenario que acelera la innovación técnica pero que también puede fragmentar la liquidez entre ecosistemas.
Claves técnicas y de mercado: la seguridad y el consenso se mantienen como pilar; sharding y variantes de PoS lideran la escalabilidad; Cosmos y Polkadot encabezan la interoperabilidad; y la adopción institucional valida casos como la tokenización, consolidando a los Layer-1 como capa fundacional para nuevos productos.
Los Layer-1 serán la columna vertebral de la criptoeconomía en 2025: no se los reemplaza, se construye sobre ellos mediante escalado e interoperabilidad, con efectos directos en adopción, liquidez y diseño de productos financieros. El siguiente hito estará en la evolución del sharding y las integraciones cross chain que definan latencia y disponibilidad de datos a gran escala.