Leap Therapeutics registró un salto muy grande en su cotización tras un private placement de $59M liderado por Winklevoss Capital. La operación contempla destinar parte de los fondos a una estrategia de tesorería en activos digitales y otorga a los inversores el derecho a designar dos miembros del consejo, incluida la presidencia. El movimiento supone un giro estratégico desde la financiación tradicional de biotecnología hacia exposición cripto, con implicaciones para accionistas, gestores de riesgo y traders que monitorizan liquidez y volatilidad corporativa.
La colocación combina capital para desarrollo de fármacos e iniciación de una digital asset treasury strategy, con menciones a programas como FL‑501 y sirexatamab. La decisión de asignar parte de la tesorería a activos digitales introduce una nueva variable financiera en la estructura de la compañía.
Winklevoss Capital obtiene el derecho a nominar dos vocales del consejo, incluyendo el chair, lo que incrementa su influencia en la dirección estratégica. Este refuerzo de gobierno corporativo puede reconfigurar prioridades y supervisión en la ejecución del plan de I+D y en la gestión de la tesorería.
La profundidad del alza de Leap Therapeutics
La capitalización de mercado aproximada de Leap en $22,11M (octubre de 2025), subrayando el contraste entre el tamaño del capital levantado y la valoración previa de la firma.
El anuncio provocó la subida del título y plantea preguntas sobre gobernanza, riesgo de mercado y reporting contable. La jugada recuerda precedentes corporativos que usaron Bitcoin como activo de tesorería, con potencial de apreciación y pérdidas significativas.
La volatilidad cripto puede amplificar pérdidas de la compañía si coincide con fases críticas de I+D, alterando la liquidez disponible para ensayos clínicos. Este descalce temporal entre necesidades operativas y fluctuaciones de precio es central para el perfil de riesgo.
La capacidad de Winklevoss para designar la presidencia sugiere mayor control estratégico, con implicaciones para otros accionistas. La nueva correlación de poderes podría influir en la priorización de la estrategia de tesorería digital frente a otros usos del capital.
Si la tesorería digital se aprecia, puede aliviar la presión de capital, aunque el reverso es una mayor exposición a drawdowns que afectaría la capacidad de financiar programas clínicos como FL‑501 o sirexatamab.
La operación marca un punto de inflexión en la convergencia biotech‑blockchain y exige vigilancia sobre tres variables próximas: ejecución del plan de tesorería digital, transparencia en reporting y evolución regulatoria —todas citadas en el comunicado—. Para traders y gestores, el principal riesgo operativo es la posible correlación entre drawdowns cripto y necesidades de liquidez para I+D, factor que podría amplificar la volatilidad corporativa en el corto y medio plazo.