La Oficina de Fraudes Graves (SFO) del Reino Unido ha formalizado una exhaustiva investigación sobre Basis Markets, un fondo de cobertura acusado de defraudar a sus inversores. Nick Ephgrave, director de la agencia, confirmó la detención de dos individuos y declaró que perseguirán decididamente a quienes utilicen activos digitales para estafar. Este suceso marca un punto de inflexión en la vigilancia regulatoria británica sobre esquemas de inversión no registrados.
Por otro lado, los datos revelan que el proyecto logró captar 28 millones de dólares mediante dos rondas de financiación pública a finales de 2021. Además, las autoridades ejecutaron allanamientos simultáneos en Herne Hill y Bradford, incautando múltiples dispositivos digitales y documentos esenciales para el caso. Los fondos, obtenidos mediante ventas de NFT y ofertas de tokens, debían financiar estrategias de arbitraje automatizadas para usuarios minoristas.
Sin embargo, las promesas de rendimientos estables se desvanecieron cuando el capital fue presuntamente desviado a billeteras personales controladas por el equipo anónimo. Es relevante mencionar que Basis Markets cesó operaciones en junio de 2022, utilizando supuestas nuevas regulaciones estadounidenses como excusa para su cierre. Investigaciones independientes identificaron a Adam Cobb-Webb como figura clave, quien ya había sido sancionado por manipulación de mercados de futuros anteriormente.
¿Podrá la justicia británica recuperar los fondos perdidos de los inversores afectados?
El impacto en el mercado fue inmediato tras conocerse la noticia, provocando que el token BASIS se desplomara casi un 40% en pocas horas. Aunque el activo estaba prácticamente inactivo desde abril de 2022, la venta masiva refleja el pánico residual entre los tenedores restantes. Este colapso subraya los peligros extremos de confiar capital en proyectos opacos dentro del volátil sector de las criptomonedas.
Finalmente, la SFO ha solicitado a las víctimas que se presenten para aportar información que ayude a rastrear el flujo del dinero sustraído. Por ende, los próximos meses serán críticos para determinar si la evidencia digital incautada permitirá restituir algo a los afectados, mientras se intensifica la presión sobre los responsables del esquema fraudulento. La comunidad espera que este caso siente un precedente disuasorio contra futuros delitos financieros en el espacio digital.
