El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de señalar que no existe un enfoque universal a la hora de diseñar las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), sino que los países deben centrarse en la estabilidad financiera y la privacidad.
Según un estudio reciente, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que «no hay una talla única para todos», ya que las CBDC tienen diversos casos de uso y deben adaptarse a la situación de cada país. Y añadió,
«No hay un caso universal para los CBDC porque cada economía es diferente«.
CBDC – Una nueva era digital
Una moneda digital del banco central (CBDC) es la forma digital de la moneda fiduciaria de un país. En lugar de imprimir papel moneda o acuñar monedas, el banco central emite tokens electrónicos. Los bancos centrales de todo el mundo se están arremangando y familiarizando con las monedas digitales.
Georgieva ha dicho que un CBDC puede ser una «vía importante para la inclusión financiera», especialmente para los países cuya composición geográfica impide realizar transacciones fácilmente a través de los bancos centrales, al tiempo que podría ser un «respaldo esencial en caso de que fallen otros instrumentos de pago». También ha señalado que las consideraciones de estabilidad financiera y privacidad son «primordiales» a la hora de diseñar los CBDC. Comentó,
«En muchos países, los problemas de privacidad son un obstáculo potencial a la hora de legislar y adoptar los CBDC. Por eso, es vital que los responsables políticos hagan una buena combinación«.
La creciente importancia de la CBDC
Según el estudio, unos 100 países están estudiando la posibilidad de crear CBDC, entre ellos China, Suecia y las Bahamas, donde el dinero digital ya está en marcha o en una fase avanzada. Si los CBDC se diseñaran «con prudencia», podrían ofrecer más resistencia, facilitar el acceso de los ciudadanos a servicios de tipo bancario y reducir el coste de la circulación del dinero.
Georgieva añadió que las monedas digitales son mucho más seguras en comparación con los «criptoactivos sin respaldo que son intrínsecamente volátiles», refiriéndose a los tipos de Bitcoin, así como a las «stablecoins» más reguladas, que suelen estar vinculadas a una moneda corriente o a algo como el oro.
El ex director general del Banco Mundial destacó el delicado equilibrio entre el diseño técnico y la política. Mientras que la tecnología que sustenta esta nueva forma de dinero requiere tiempo y recursos, el desarrollo de nuevos marcos legales y regulaciones es igualmente crucial.
El ejecutivo del FMI concluyó diciendo que el Fondo Monetario Internacional está ampliando su apoyo a los países en sus experimentos de CBDC, para entender las compensaciones de gran alcance, proporcionar asistencia técnica y servir como línea de transmisión de aprendizaje y mejores prácticas.