Nvidia invirtió 5 000 millones de dólares en Intel, un acuerdo que une la producción de GPUs de Nvidia con la de CPUs y procesos de fabricación de Intel. La arquitectura que sostiene la inteligencia artificial cambia, y los proyectos cripto que requieren cómputo acelerado quedan incluidos en este nuevo esquema.
La inversión por parte de Nvidia lleva aparejada la adopción de NVLink como puente técnico entre ambas plataformas. NVLink es un interconector que transfiere datos CPU-GPU y GPU-GPU a 900 GB/s, catorce veces más rápido que PCIe, lo que reduce los cuellos de botella durante el entrenamiento y la inferencia de modelos grandes.
Algunas estimaciones que muestran que pares de GPUs A100 con procesadores Xeon duplican el rendimiento en tareas de entrenamiento respecto a soluciones separadas. Este reparto de funciones desplaza la competencia en semiconductores y en infraestructura de centro de datos y presiona a AMD para acelerar sus propios desarrollos.
Implicaciones para el mercado cripto
La interconexión baja la latencia y acelera el procesamiento, lo que beneficia a modelos LLM que mueven grandes volúmenes de datos. En cripto, un hardware más potente y disponible impulsa proyectos de IA para trading algorítmico y mercados descentralizados de modelos, donde bots y servicios de inferencia ganan velocidad y precisión.
La alianza empuja al sector hacia una mayor especialización —Nvidia en aceleración, Intel en CPUs y fabricación—, con riesgos en la complejidad de armonizar ecosistemas, por ejemplo, lograr compatibilidad entre CUDA y las herramientas de Intel, además de una posible revisión regulatoria que retrase despliegues.
La integración técnica y las pruebas de compatibilidad entre NVLink, el software de Nvidia y las plataformas Intel marcan el siguiente paso operativo. El resultado fijará si la alianza entrega las ganancias de rendimiento anunciadas y cómo afectará a los servicios de IA y a los proyectos cripto que dependen de cómputo acelerado.