Klarna lanzó KlarnaUSD, un stablecoin respaldado en dólares, y lo está probando en la testnet de Tempo, la nueva blockchain construida por Stripe y Paradigm. El movimiento apunta a acelerar y abaratar pagos transfronterizos en un contexto de rápido crecimiento de las transacciones con stablecoins y supervisión regulatoria europea intensa.
KlarnaUSD se desarrolla sobre Tempo, una Layer‑1 diseñada para liquidaciones rápidas, alto rendimiento y comisiones reducidas, y hoy opera en la red de pruebas con un plan de despliegue en mainnet previsto para 2026. La arquitectura de Tempo busca soportar altos volúmenes con liquidación casi instantánea, alineándose con los objetivos operativos de Klarna.
El objetivo declarado es reducir fricciones y tiempos en transferencias internacionales que, según estimaciones citadas por la compañía, generan unos $120.000 millones anuales en comisiones. Además, McKinsey sitúa las transacciones en stablecoins en torno a $27 billones al año, una cifra que subraya la escala del mercado que Klarna pretende abordar.
Klarna aporta una base de clientes amplia como ventaja competitiva: la empresa declara 114 millones de usuarios y reportes públicos citan entre $112.000 y $118.000 millones en GMV anual. La elección de Tempo se explica por la necesidad de convertir tokens de pago en “efectivo digital” con liquidación casi instantánea y capacidad para altos volúmenes, lo que, según el CEO Sebastian Siemiatkowski, permitirá “desafiar redes antiguas y hacer los pagos más rápidos y baratos para todos”.
Tecnología y alcance comercial de KlarnaUSD
Klarna es un banco regulado en Suecia, por lo que KlarnaUSD quedará bajo el escrutinio de la Finansinspektionen y en el marco normativo europeo, especialmente MiCA, que establece requisitos para emisores de criptoactivos y stablecoins. Las preocupaciones de supervisores como el BCE y el ESRB sobre el impacto de las stablecoins en el sistema bancario aumentan la complejidad regulatoria y podrían traducirse en exigencias operativas estrictas.
La emisión técnica se apoya en Open Issuance por Bridge, la infraestructura para stablecoins de Stripe. Esa arquitectura facilita la externalización de funciones de reserva, redención y cumplimiento —incluyendo controles KYC/AML— mientras Klarna mantiene el control de la experiencia con el cliente. El equilibrio entre innovación y cumplimiento será clave: la empresa busca operar dentro de un marco supervisado y no al margen de las normas.
