Según la dirección del Banco de Japón sobre la investigación del yen digital, investigará los retos de diseño de una moneda digital del banco central (CBDC) en pequeños incrementos como Suecia, en lugar de avanzar con pruebas piloto a gran escala como China.
Modelo de yen digital
En unas declaraciones que sugieren que el Banco de Japón quiere avanzar en su investigación con cautela y asegurar la compatibilidad con otros posibles CBDC, Kazushige Kamiyama, jefe del departamento de sistemas de pago del Banco de Japón, declaró que los estudios continuarían en estrecha colaboración con otros grandes bancos centrales, como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo.
«El marco y el diseño de la moneda digital del banco central deben decidirse como parte de un sistema de liquidación global para el futuro».
declaró Kamiyama en una entrevista.
China dio un paso más hacia el lanzamiento a gran escala de su moneda digital a principios de este año al ofrecerla a un grupo más amplio de usuarios en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín.
Mientras tanto, el Riksbank de Suecia se ha concentrado en la investigación tecnológica a menor escala, como una prueba realizada este año para determinar si una corona electrónica puede integrarse en un sistema de liquidación con otros proveedores de pagos digitales. El BOJ, al igual que el Riksbank, aún no ha decidido si emitirá o no un CBDC. La decisión, según el banco central de Japón, corresponde a los ciudadanos.
Kamiyama dijo que es natural que las economías emergentes se muestren más entusiastas a la hora de lanzar dinero electrónico en comparación con las naciones desarrolladas con sistemas de pago bien establecidos.
Por el contrario, a medida que la epidemia promueve los pagos sin papel y crece el interés por los activos de pago alternativos, como el Bitcoin, un número creciente de bancos centrales está investigando la necesidad del dinero electrónico.
Según el Atlantic Council, un centro de estudios con sede en Washington, 87 países que representan más del 90% de la economía mundial están examinando la posibilidad de crear CBDC, lo que supone más del doble de la cifra en 2020. También según el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, se espera una decisión sobre la viabilidad de emitir un CBDC para 2026.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo llevaría establecer un marco específico para una moneda digital, Kamiyama estimó que se necesitarían tres años una vez finalizado el diseño. Ese margen de tiempo coincide aproximadamente con las expectativas de algunos responsables políticos europeos.
Este mes, el banco central de Japón comenzó la segunda fase de sus pruebas con dinero digital, y Kamiyama indicó que la siguiente fase, una prueba piloto, es inminente.
Durante las pruebas, Kamiyama declaró que se estudiará a fondo la necesidad de establecer un límite máximo de tenencias y transacciones, lo que refleja la postura de los funcionarios europeos.
«Muchas empresas del sector privado exigen que se establezca un tope para evitar o, como mínimo, limitar cualquier cambio significativo de capital de los billetes o depósitos a un CBDC«, dijo Kamiyama.