HSBC planea ofrecer depósitos tokenizados a clientes corporativos en Estados Unidos y en los Emiratos Árabes Unidos en el primer semestre de 2026, según un informe. La iniciativa forma parte de una hoja de ruta digital que incluye bonos tokenizados, oro tokenizado y servicios de custodia, y sitúa a los depósitos tokenizados en el centro de la competición por la infraestructura de dinero digital.
HSBC integrará su oferta de depósitos tokenizados en plataformas como HSBC Orion para permitir transferencias 24/7, visibilidad en tiempo real de posiciones y pagos programables para clientes mayoristas. Tokenización es el proceso que convierte un activo o derecho en un token digital registrado en una cadena de bloques, y estas representaciones digitales permanecen en el balance del banco y mantienen la naturaleza jurídica de un depósito tradicional, según el material consultado.
Las funcionalidades previstas incluyen gestión de liquidez con control granular y ejecución automática de condiciones contractuales mediante contratos inteligentes, además de la posibilidad de operar “tesorerías autónomas” apoyadas en automatización e inteligencia artificial. Para clientes corporativos, la oferta busca reducir tiempos de liquidación, recortar costes operativos y minimizar el capital inmovilizado por retrasos en pagos.
HSBC ha optado por posicionarse como proveedor de infraestructura y servicios de reservas y cuentas de liquidación para emisores de stablecoins, en lugar de emitir su propia moneda estable, una estrategia que busca aprovechar la confianza regulatoria del banco y limitar exposición directa a riesgos de emisión.
Regulación, cumplimiento y riesgos
En Estados Unidos, la FDIC ha señalado que los depósitos tokenizados conservan la misma naturaleza legal que los depósitos tradicionales y estarían cubiertos por el seguro de depósitos hasta $250.000 por depositante, una pieza clave para la adopción institucional. Propuestas legislativas como la denominada GENIUS Act pretenden incorporar a los emisores de stablecoins en marcos de regulación financiera, con requisitos de reservas y obligaciones de KYC/AML. Otros supervisores relevantes son la OCC, la Reserva Federal y la SEC, cada uno con competencias que pueden influir en la operativa de bancos y emisores.
En los Emiratos, el marco regulatorio es más proactivo: el Banco Central de los EAU y los centros financieros como Abu Dhabi Global Market y Dubai International Financial Centre promueven marcos que combinan supervisión prudencial con incentivos a la innovación. Se espera que los depósitos emitidos por bancos queden sujetos a la supervisión bancaria existente y a estrictas normas AML/CFT.
Los riesgos técnicos y operativos son destacados: vulnerabilidades en contratos inteligentes, amenazas de ciberseguridad, la fragmentación entre redes y problemas de interoperabilidad, y riesgos de gestión operacional que requieren gobernanza especializada. Estas debilidades exigen auditorías continuas, defensas multicapa y estándares compartidos para evitar fallos sistémicos.
La expansión a EE. UU. y EAU consolida la apuesta de HSBC por integrar la tokenización en la banca transaccional y de tesorería, apoyándose en su posición regulatoria y tecnológica.
