Amdax ha recaudado 30 millones de euros (35 millones de dólares) y ha creado AMBTS, un vehículo que comprará bitcoines hasta alcanzar unos 210 000 BTC, es decir, el 1 % de todas las monedas que existirán jamás. El grupo también tiene previsto cotizar AMBTS en Euronext Ámsterdam, combinando compras institucionales a gran escala, el cumplimiento de las normas MiCA de la UE y un mensaje público de escasez. Los operadores y gestores de fondos siguen de cerca estos movimientos porque alteran las monedas disponibles para prestar, cubrir o entregar contra futuros y opciones.
Amdax copia el modelo de tesorería utilizado por primera vez por MicroStrategy, ahora rebautizada como Strategy, que posee más de 600.000 BTC, pero con un énfasis europeo en la regulación. Los 30 millones de euros son solo el primer cheque, ya que se necesitan sumas mucho mayores para alcanzar el objetivo de 210.000 monedas. La empresa recaudará fondos por etapas y se mantendrá dentro de MiCA para tranquilizar a los inversores institucionales que exigen claridad jurídica.
Más de doscientas empresas públicas y privadas ya poseen más de un millón de BTC, y Fidelity prevé que en 2032 podrían haber hasta 8,3 millones de BTC en almacenamiento en frío. Un free float más reducido sustenta los modelos de precios alcistas, incluida la cifra de 130,000 dólares. MiCA es la normativa de la Unión Europea sobre mercados de criptoactivos y establece normas de licencia, divulgación y protección de los inversores para los proveedores de servicios de tokens.
Impacto en el mercado y riesgos para Amdax
La adopción institucional podría acelerarse, ya que un comprador regulado reduce las barreras para las pensiones, las aseguradoras y las empresas europeas, lo que genera un interés de compra más estable.
La liquidez y el precio pueden variar porque cada moneda que se traslada al tesoro reduce el flotante negociable; si la compra persiste, la diferencia entre la oferta y la demanda se reduce y el precio sube, pero el efecto depende de los cheques que aún no se han firmado.
El riesgo y los derivados siguen siendo fundamentales, ya que la volatilidad anualizada del bitcoin ronda el 79 % y se producen con frecuencia caídas del 20 %; las empresas apalancadas se enfrentan a ajustes de márgenes que obligan a la liquidación.