El analista de mercado Harvey Hunter informó recientemente que la predicción del precio de Dogecoin se ve fuertemente presionada por un sentimiento generalizado de «miedo extremo» que domina actualmente al sector. Este escenario bajista ha provocado una caída acumulada del 16% desde los máximos registrados a principios de mes, mientras los inversores aguardan con cautela señales regulatorias claras sobre los fondos cotizados. Por otra parte, el Índice de Miedo y Codicia se ha desplomado drásticamente desde un nivel neutral de 43 hasta su lectura actual de 12, marcando el punto de sentimiento más bajo observado desde abril.
Los datos técnicos revelan que el activo está luchando por mantener su estructura en medio de la retirada de capital de los tokens más especulativos. No obstante, el soporte crítico se sitúa actualmente en los 0.155 dólares, un nivel que coincide precisamente con el retroceso de Fibonacci del 0.5 del ciclo alcista anterior. Además, existe una cuenta regresiva crucial de 20 días bajo la Sección 8(a) de la Ley de Valores que finaliza el próximo lunes. Si no se produce una intervención negativa por parte de la SEC, esto podría abrir oficialmente las puertas a la demanda institucional mediante productos de Bitwise y Grayscale.
¿Logrará el interés institucional salvar a Dogecoin de una caída mayor?
La relevancia de este momento radica en la posibilidad única de obtener exposición regulada en los mercados financieros tradicionales de Estados Unidos, diferenciando a este activo de otros memes. Asimismo, la narrativa alcista depende en gran medida de esta aprobación, ya que permitiría la entrada de flujos de capital fresco necesarios para contrarrestar el miedo actual. Sin este catalizador fundamental, la estructura técnica del precio podría debilitarse considerablemente, aunque un colapso total hacia los 0.01 dólares parece poco probable dado el interés sostenido de los grandes gestores de activos en este ecosistema.
Un rompimiento limpio del patrón de triángulo descendente actual podría desencadenar un movimiento medido de aproximadamente 220% hacia la zona de los 0.50 dólares. De este modo, los indicadores de momento como el RSI muestran divergencias alcistas, sugiriendo que la presión de venta podría estar agotándose en los marcos temporales más bajos al formar mínimos más altos. Si se confirma el escenario positivo y se superan las resistencias inmediatas, el objetivo a largo plazo podría extenderse teóricamente hasta 1 dólar, lo que representaría una ganancia potencial del 540% para los inversores que mantengan sus posiciones.
El panorama actual mantiene a la principal criptomoneda meme bajo estricta vigilancia mientras defiende niveles clave de soporte técnico ante la persistente volatilidad del mercado global. Finalmente, la atención se centra ahora en la decisión regulatoria inminente, que determinará si el activo logra convertir la resistencia de 0.20 dólares en un nuevo piso sólido para impulsar el próximo ciclo. Por ende, aunque existen niveles de soporte inferiores en 0.115 dólares, la expectativa de los productos cotizados en bolsa sigue siendo el principal motor de esperanza para revertir la tendencia actual.
