A principios de octubre de 2025, el mercado financiero ha sido testigo de la consolidación de la estrategia «Debaser Trade». El volumen de comercio de ETFs de Bitcoin y oro se disparó, posicionando al SPDR Gold Shares (GLD) y al iShares Bitcoin Trust (IBIT) entre los fondos más negociados. Según datos de la industria, GLD registró un volumen de $4.88 mil millones, mientras que IBIT alcanzó los $3.21 mil millones, evidenciando un claro movimiento de capital hacia activos de refugio.
El impulso de esta tendencia se refleja en cifras excepcionales que van más allá del volumen diario. Un hito clave ocurrió en diciembre de 2024, cuando los activos bajo gestión (AUM) de los ETFs de Bitcoin alcanzaron los $129 mil millones. Esta cifra superó por primera vez a los $128 mil millones acumulados por los ETFs de oro. Dicha paridad en la escala institucional sugiere que ambos activos compiten directamente por flujos de capital similares en las carteras de inversión.
El «Debaser Trade»: ¿Cuál refugio rinde más en 2025?
La estrategia “Debaser Trade” consiste en asignar capital a activos de oferta limitada, como el oro y Bitcoin, para protegerse contra la depreciación de las monedas fiat. Sin embargo, los retornos de 2025 introducen matices importantes. A pesar del gran interés en Bitcoin, el ETF de oro GLD acumuló un rendimiento del +24.4%. Este desempeño superó el +14.5% registrado por IBIT en el mismo período, demostrando que el metal precioso ofreció una mayor rentabilidad relativa en la ventana analizada.
La dinámica del mercado también se ha visto influenciada por la volatilidad de los flujos de los ETFs. Fuentes del mercado reportaron flujos netos muy variables para IBIT, con salidas de $128.5 millones en una jornada y entradas de $332.7 millones en otras. Estos movimientos amplifican la volatilidad intradía y condicionan la formación de precios, impactando la economía de los activos digitales. La liquidez del mercado aumenta, pero también lo hace el riesgo de movimientos bruscos a corto plazo.
La paridad en los AUM y los altos volúmenes compartidos son una señal macroeconómica relevante. Indican que el posicionamiento institucional está reequilibrando carteras y que existe una creciente correlación entre los mercados tradicionales y el cripto. El próximo hito será observar cómo la evolución de los flujos diarios de estos ETFs se traduce en el precio al contado de ambos activos, definiendo el rumbo de la narrativa del refugio de valor en las próximas semanas.