Citigroup se sumó a un grupo de nueve bancos europeos para crear un stablecoin en euros, con registro en los Países Bajos y cumplimiento del marco MiCA. La iniciativa busca ofrecer a las empresas una moneda digital regulada para tesorería y pagos internacionales, compitiendo con otras plataformas de liquidez digital y, según Bloomberg, reduciendo la dependencia del dólar en el mercado de stablecoins.
El grupo eligió Ámsterdam como sede y aún no ha nombrado a su director general. El proyecto opera bajo el reglamento Markets in Crypto-Assets, descrito como base para la estabilidad del producto, y se registrará en los Países Bajos para ajustarse a MiCA, con el objetivo de competir en liquidez y uso corporativo.
El Banco Central Europeo define las stablecoins como unidades digitales que usan mecanismos de estabilización para mantener el mismo valor que una moneda oficial u otro activo. El proyecto europeo todavía debe designar a su CEO y cerrar el diseño operativo conforme a MiCA, mientras prepara una oferta enfocada en tesorería y pagos transfronterizos.
Estrategia de Citigroup e implicaciones de mercado
Citigroup estudia emitir su propio stablecoin y ofrecer depósitos tokenizados, gestión de reservas y custodia de criptoactivos, según declaraciones atribuidas a Jane Fraser. El banco mantiene inversiones en infraestructura de stablecoins, como su participación en BVNK, mostrando interés en conectar la banca tradicional con blockchain.
En Estados Unidos, Citigroup conversa con JPMorgan, Bank of America y Wells Fargo sobre una iniciativa similar, mientras el Congreso avanza el GENIUS Act, que fija reglas de reservas y supervisión para los emisores de stablecoins, según la información publicada.
La iniciativa puede impulsar la adopción institucional de euros tokenizados y reconfigurar la liquidez en pagos transfronterizos, reforzando a los bancos tradicionales como emisores y custodios. MiCA exige reservas y supervisión, aumentando la confianza pero también los costos de cumplimiento, y Citigroup proyecta que el mercado de stablecoins podría crecer de 240.000 millones de dólares a 1,6 billones para 2030.
Si la coalición consolida su estructura bajo MiCA y nombra su liderazgo, las empresas dispondrán de una alternativa regulada en euros para tesorería y pagos internacionales, con potencial para reducir la dependencia del dólar y acelerar la integración entre banca tradicional y activos digitales.
 
									 
					