Citi calcula que Bitcoin cerrará 2026 en 181.000 dólares y señala que el flujo neto hacia ETFs es la causa principal del movimiento. Según el informe citado, este escenario modifica la conducta de traders, gestores institucionales y mercados de derivados al cambiar la procedencia de la demanda y la reacción del precio ante entradas o salidas de capital.
El banco traza tres trayectorias para 2025: un caso alcista que lleva a Bitcoin a 199.000 dólares, un escenario central en 135.000 y uno bajista en 64.000 si la macro se tensiona, mientras que la referencia para 2026 se mantiene en 181.000 dólares.
La llegada de ETFs spot cambia la estructura del mercado: absorben compras institucionales con horizontes largos y desplazan el perfil de volatilidad y liquidez. Un estudio citado de UTXO y Bitwise estima un flujo institucional adicional cercano a 400.000 millones de dólares, cifra que en el mismo texto asciende a 427.000 millones.
En agosto de 2025, los ETFs de Bitcoin registraron salidas netas de 1.200 millones mientras que los de Ethereum captaron 2.800 millones, lo que muestra un traslado de capital entre activos digitales. Un ETF es un fondo que se negocia en bolsa y replica un activo; los flujos miden el capital que entra o sale del fondo.
Efectos en mercado y gestión de riesgo
Los puntos de precio publicados por Citi —64.000, 135.000 y 199.000 dólares— sirven para planificar salidas y controlar riesgo. La dependencia creciente de los flujos de ETFs puede elevar la correlación entre entradas netas y cotización, amplificando cambios en el open interest y el skew de opciones; los traders observan max pain y put-call ratios para ajustar coberturas.
La divergencia entre salidas de Bitcoin y entradas a Ethereum presiona la dominancia de BTC y abre riesgos u oportunidades en altcoins. Citi lista como detonante del caso bajista una macro que encarezca el dinero o debilite los activos de riesgo, subrayando el vínculo entre liquidez global y precio de Bitcoin.
El cierre de 2025 y la evolución de los flujos en los próximos trimestres dirimirán si la demanda institucional empuja a Bitcoin hacia los niveles previstos o si el mercado permanece expuesto a shocks macro.