La discusión sobre el liderazgo entre intercambios centralizados (CEXs) y descentralizados (DEXs) se intensificó tras el hack a Bybit en febrero de 2025 por unos 1.500 millones de dólares. En el segundo trimestre de 2025 los DEXs aumentaron un 25 % el volumen spot mientras los CEXs lo redujeron un 28 %, alterando expectativas sobre liquidez y confianza. Estos eventos impactan la liquidez, la confianza institucional y las decisiones de usuarios y custodios.
Los CEXs conservan ventaja en liquidez y facilidad de uso, con libros de órdenes profundos, on ramps fiat y herramientas avanzadas, por lo que siguen atrayendo a inversores institucionales que priorizan profundidad y ejecución.
¿Cuáles son las ventajas de cada una?
Los DEXs reducen la brecha con innovaciones como los Automated Market Makers (AMMs) y los pools de liquidez, que permiten fijar precios sin creadores de mercado tradicionales. Un AMM es un protocolo que calcula precios con una fórmula matemática y reservas de activos, habilitando intercambios sin libro de órdenes centralizado.
La seguridad marca otra diferencia: los DEXs permiten autocustodia y eliminan el riesgo del custodio centralizado, mientras que los CEXs siguen siendo blancos atractivos para atacantes. En 2T 2025 hubo una migración parcial: los DEXs ganaron participación en spot y capturaron alrededor del 8 % del volumen de futuros perpetuos, lo que presionó a los CEXs a incorporar productos y funciones DeFi.
En costes, hay comisiones promedio similares: CEXs maker 0,174% / taker 0,189%; DEXs maker 0,185% / taker 0,187%, con el añadido del gas en DEXs. La diferencia de precio es baja.
La adopción podría inclinarse hacia los DEXs entre usuarios que priorizan seguridad y control de claves, ya que la autocustodia reduce el riesgo de custodios centralizados y responde a eventos como el hack de Bybit.
La liquidez y la ejecución mantendrán a los CEXs como opción preferida para instituciones, salvo que los AMMs y pools de liquidez escalen hasta igualar la profundidad de mercado observada en 2T 2025.
La regulación es el factor a vigilar: la presión que hoy recae sobre CEXs podría extenderse a DEXs si los reguladores amplían marcos de cumplimiento, elevando costes y afectando la innovación.
La competencia avanza hacia un modelo híbrido que combine funciones de CEX y DEX, donde la clave será la evolución regulatoria y la capacidad de AMMs y pools de liquidez para igualar la profundidad de mercado alcanzada por los CEXs en 2T 2025.