Keith Grose, CEO de Coinbase UK, atribuye la caída del mercado cripto a jitters macroeconómicos y aversión al riesgo, como una recalibración y no una reversión. La corrección coincide con que Bitcoin cayera por debajo de $90.000 y con la pérdida de alrededor de $1,2 billones en capitalización desde el 7 de octubre de 2025. El debate se centra en factores técnicos, el flujo institucional y la política monetaria.
El retroceso responde a un ambiente global menos favorable para activos de riesgo, con menor probabilidad de recortes de tipos por la Reserva Federal. La probabilidad de una bajada se ha reducido de 62,9% a 52,1%, evaporando liquidez relativa que se traslada primero a valores de mayor crecimiento, incluidos criptoactivos, y alimentando ventas simultáneas en acciones tecnológicas y en los valores vinculados al ecosistema cripto.
Las métricas on-chain y de mercado muestran un deterioro relevante, con el Bull Score Index de CryptoQuant en 20 de 100. Este nivel, asociado a condiciones extremadamente bajistas, se vincula a una caída de la demanda spot, un cambio a momentum negativo y un freno en el crecimiento de la liquidez en stablecoins, además de la rotura de la media móvil de 365 días de Bitcoin, señal técnica utilizada para evaluar la tendencia a un año.
ActivTrades observa un deterioro agudo en la estructura del mercado y recuerda el flash crash del 10 de octubre. Según la analista Carolane De Palmas, Bitcoin cayó de $122.500 a $104.600, evento que forzó liquidaciones y salió posiciones largas apalancadas; además, se registran ventas por parte de holders a largo plazo y tesorerías institucionales que agravan la presión vendedora.
Desde la óptica institucional, el retroceso es visto como ruido a corto plazo frente a la tesis de valor de largo plazo de Bitcoin. Voces como Matt Hougan, CIO de Bitwise, sostienen que el valor de Bitcoin reside en su función como reserva digital no soberana, lo que sugiere una diferenciación entre señales técnicas y la hipótesis de valor de largo plazo.
Respuesta de Coinbase y marco regulatorio
Coinbase amplía su presencia en Reino Unido y prioriza productos regulados para resistir ciclos adversos. Entre ellos figura un producto de ahorro en GBP dirigido a clientes británicos que busca ofrecer una alternativa conservadora de gestión de saldos en un contexto de volatilidad.
La compañía destaca avances en claridad regulatoria, infraestructura y participación institucional. Grose enfatiza este progreso, mientras Brian Armstrong resalta el ritmo de creación de proyectos y expresa confianza en el avance de la legislación futura; además, la estrategia de infraestructura se ha reforzado mediante adquisiciones, entre ellas la compra señalada de Echo por $375 millones.
La búsqueda de marcos regulatorios más completos para stablecoins y otros activos es un pilar para la integración institucional. Según la compañía, este enfoque permitiría transitar de un mercado especulativo a uno con mayor capacidad de integración por parte de inversores institucionales.
La narrativa dominante combina un choque macroeconómico con signos técnicos y desapalancamiento institucional. Para los operadores, el seguimiento del Bull Score de CryptoQuant y la evolución del precio respecto a la media móvil de 365 días serán hitos clave para medir si la corrección se estabiliza o se prolonga.
