BlackRock obtiene 260 millones de dólares al año en comisiones por IBIT y ETHA, mostrando la solidez y la gran capacidad que tienen estos fondos para generar utilidades de manera regular. Estos ETFs canalizan capital hacia BTC y ETH bajo determinada supervisión y regulación, favoreciendo su integración con la infraestructura financiera tradicional.
Los datos muestras que IBIT aporta 218 millones, mientras que ETHA 42 aportó millones del total anual, confirmando el peso dominante del ETF de Bitcoin en la generación de ingresos de BlackRock.
IBIT gestiona más de 54.000 millones de dólares y concentra cerca del 51% del mercado entre los ETFs de Bitcoin; salió a la bolsa en enero de 2024 y alcanzó un total de 70.000 millones de dólares en activos con mayor rapidez que cualquier otro fondo.
Esa concentración revela un traslado de capital hacia productos administrados por grandes firmas y une el mercado de criptoactivos con la banca tradicional, al tiempo que consolida a estos ETFs como la puerta de entrada para la exposición a BTC y ETH.
Análisis del rendimiento de estos ETFs
La adopción institucional de ETFs muestra una fuerte concentración en IBIT, que ya acumula más de 54.000 millones de dólares en activos y cerca del 51 % del mercado. Este peso desproporcionado no solo refuerza su liderazgo, sino que también plantea un riesgo de centralización que puede distorsionar la relación entre BTC y ETH en los intercambios.
Sin embargo, la liquidez sigue siendo un factor crítico. Estos movimientos obligan a los operadores a monitorear con precisión las entradas y salidas diarias, ya que incluso cambios moderados amplían las cotizaciones y obligan a recalibrar estrategias de cobertura en derivados.
En este escenario, el sentimiento institucional se fortalece, dado que los ETFs han probado ser productos escalables y rentables que consolidan la integración de las criptomonedas en los mercados regulados.