La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido dio un paso significativo el 21 de marzo. El regulador actualizó su lista de productos cotizados (ETP) aprobados para incluir al iShares Bitcoin ETP (IBIT). Este movimiento aprueba el ETP de Bitcoin de BlackRock en el Reino Unido para ciertos mercados, según los registros oficiales de la propia FCA.
La aprobación regulatoria permite que el IBIT se negocie en bolsas de inversión reconocidas (RIE). Esto incluye prominentemente a la Bolsa de Valores de Londres (LSE). La LSE ya había señalado su intención de aceptar solicitudes de ETN de Bitcoin y Ether el 11 de marzo. El objetivo de la LSE es lanzar la negociación de estos productos durante el segundo trimestre de 2024.
Este hito es crucial para la adopción institucional de criptoactivos en la región. Previamente, la FCA mantenía una postura muy estricta sobre los derivados de criptomonedas. La decisión alinea al Reino Unido con tendencias regulatorias vistas en otras jurisdicciones, como la aprobación de ETF de Bitcoin en EE. UU. Sin embargo, la FCA equilibra esta apertura con cautela. La aprobación no cambia la prohibición de venta a inversores minoristas.
¿Es este el primer paso hacia la adopción minorista en Londres?
La medida podría aumentar significativamente la liquidez y la legitimidad de Bitcoin en los mercados europeos. Para los inversores profesionales, ofrece una vía regulada para obtener exposición al activo digital. Aunque el precio de BTC no reaccionó drásticamente, la infraestructura para la inversión institucional se fortalece. Esto puede estabilizar la demanda a largo plazo. Muchas compañías del sector financiero tradicional observan estos movimientos de cerca.
La inclusión del ETP de BlackRock por parte de la FCA es una señal alcista para el sector. Demuestra una maduración del mercado de activos digitales en el Reino Unido. Los participantes del mercado ahora esperan ver la respuesta de la LSE en el segundo trimestre. También observan si otros gigantes de la gestión de activos seguirán los pasos de BlackRock. La exclusión minorista sigue siendo un tema central de debate regulatorio.