El mercado de Ethereum está viviendo una batalla entre fuerzas opuestas que afectan a su estabilidad. BitMine Immersion Technologies sigue acumulando ETH con una inversión reciente de 113 millones de dólares, mientras que, al mismo tiempo, los grandes tenedores están liquidando sus posiciones para asegurar sus ganancias. Este choque de estrategias está generando movimientos significativos tanto en la liquidez como en la volatilidad de los precios.
BitMine Immersion Technologies, una empresa de tesorería digital dirigida por antiguos ejecutivos de Fundstrat, está consolidando agresivamente su posición en Ethereum. Según fuentes cercanas a la empresa, BitMine habría ejecutado operaciones aún mayores que no se han hecho públicas. Su tesorería total está valorada en aproximadamente 13 000 millones de dólares, con una cartera estimada en más de tres millones de ETH. El objetivo declarado de la empresa es alcanzar el 5 % del suministro total de Ethereum, financiando estas compras mediante ventas especiales de acciones y colocaciones privadas dirigidas específicamente a la adquisición de ETH.
Por el contrario, un grupo de grandes inversores ha comenzado a vender las monedas que compraron a precios más bajos, lo que aumenta la oferta disponible tanto en el mercado al contado como en el de futuros. Al mismo tiempo, hay una cola de validadores esperando para salir del staking, lo que representa más de un millón de ETH (aproximadamente 5000 millones de dólares).
Cuando cada validador completa su periodo de retirada, las monedas quedan libres para moverse o venderse. Algunos de estos grandes tenedores también mantienen posiciones cortas apalancadas, lo que podría desencadenar liquidaciones forzadas si el precio se mueve en su contra, lo que provocaría la venta de aún más monedas en el mercado.
La estrategia de acumulación de BitMine frente a las liquidaciones de las ballenas
Este choque está creando un escenario de equilibrio precario con consecuencias significativas. Por un lado, las compras constantes de BitMine proporcionan un comprador de última instancia que aporta estabilidad; por otro, las ventas de las ballenas y las retiradas de staking añaden una oferta repentina, lo que da lugar a una mayor volatilidad y fluctuaciones en la profundidad del libro de órdenes.
El riesgo de mercado se ve agravado por el capital prestado que respalda muchas de las grandes posiciones cortas, mientras que la señal institucional es mixta: BitMine ha demostrado su convicción vendiendo sus propias acciones para comprar ETH, algo que otras tesorerías corporativas están observando con interés y que podrían replicar. Técnicamente, se han registrado movimientos históricos, con 818 000 monedas trasladadas a direcciones de intercambio en un solo día, lo que supone un récord diario.
El futuro a corto plazo del precio y la liquidez de Ethereum dependerá de dos factores clave: si grandes tesorerías como BitMine siguen anunciando nuevas rondas de venta de acciones para comprar ETH, y la velocidad a la que se vacía la cola de retirada de staking, lo que determinará el ritmo al que la nueva oferta llegará al mercado.
 
									 
					