Bitcoin cayó decisivamente por debajo del umbral psicológico de $100,000, señal de pérdida de impulso del repunte y dominio de la aversión al riesgo. El 14 de nov. de 2025 la criptomoneda cotizaba alrededor de $97.114,91 tras una caída del 5,65% en 24 horas, con una valoración de aproximadamente $1,94 billones y un volumen de negociación de $115.660 millones. El movimiento afecta tanto a inversores institucionales como minoristas que habían apostado por la continuidad del rally.
La corrección se produjo en un marco macroeconómico más restrictivo: la Reserva Federal descartó expectativas de recorte en diciembre, intensificando la salida de activos de riesgo y presionando a Bitcoin, de acuerdo con reportes del 14 de nov. de 2025.
Los fondos institucionales encadenaron tres semanas de salidas netas, y los holders de largo plazo habrían liquidado más de 815.000 BTC en el último mes, según datos de mercado citados en los informes del día. Esa venta desde posiciones tradicionalmente defensivas añadió presión sobre el precio.
La aversión al riesgo se reflejó en la migración hacia stablecoins: la dominancia de Tether (USDT) alcanzó su nivel más alto desde abril, un indicador clásico de búsqueda de refugio. Las métricas de sentimiento amplificaron la lectura: el índice de miedo y codicia marcó 23, catalogado como «Extreme Fear», lo que suele coincidir con elevada volatilidad y demanda de protección en derivados.
El impacto en Bitcoin y el mercado cripto
En el mercado de derivados se observó preferencia por protección a la baja, con concentración de actividad en strikes alrededor de $95,000 y $90,000, lo que sugiere posicionamientos para una continuación de la caída. Además, los indicadores técnicos mostraban riesgo de un «death cross» —la 50 EMA amenazando con cruzar por debajo de la 200 EMA—; un quiebre decisivo por debajo de $98,000 podría, según voces del mercado citadas, abrir la puerta a presiones hacia los $80,000.
La caída se transmitió al conjunto de criptomonedas: Ethereum retrocedió más del 9%, Solana cerca del 8%, y activos como XRP y Dogecoin cayeron alrededor del 7%, confirmando la alta correlación entre Bitcoin y el mercado de altcoins. Incluso los índices bursátiles estadounidenses sintieron el efecto de fuga de riesgo, según los reportes del día.
Para mineros, tesorerías y gestores de ETF, el entorno implica mayor riesgo de volatilidad en flujos y potenciales rebalanceos forzados; para traders, aumenta la probabilidad de liquidaciones por apalancamiento.
El siguiente catalizador a observar es la evolución de la política monetaria de la Fed y los datos macro que podrían revertir o reforzar la tendencia; hasta entonces, el mercado medirá si las compras de carteras grandes —que habrían absorbido unas 45.000 BTC en la última semana— son suficientes para frenar la caída o si la presión técnica empuja el precio más abajo.
