Los Solana ETF inflows han registrado entradas significativas de capital institucional —más de $300 millones en flujos directos y $1,9 mil millones en ETPs en lo que va de año—, pero el precio de SOL no ha replicado de forma lineal ese impulso, llegando a caer un 32,5% en un mes. Este dato importa porque plantea una desconexión entre demanda regulada y valoración spot que condiciona decisiones de trading y gestión de riesgo.
Autor: liam
Bitcoin cayó con fuerza y las bolsas globales registraron pérdidas significativas tras los resultados de Nvidia y un giro en las expectativas sobre el siguiente recorte de la Reserva Federal. La criptomoneda, sensible a la liquidez y a la política monetaria, retrocedió en sincronía con la corrección del sector tecnológico, en un entorno donde el ciclo de liquidez volvió a dominar las narrativas sectoriales.
El token de Ripple atraviesa un momento decisivo, cotizando cerca de los 1.90 dólares tras una caída del 9% en las últimas 24 horas. Aunque han surgido indicadores técnicos que sugieren un posible suelo de mercado, la esperada recuperación del precio parece estar pausada debido a la falta de una limpieza total de las ventas. Según el análisis del precio de XRP proporcionado por Ananda Banerjee, la estructura actual muestra una capitulación de los tenedores a corto plazo, pero carece de la fuerza necesaria para un rebote inmediato.
Revolut y varios bancos europeos han dado pasos concretos hacia la integración de Ethereum, impulsando flujos institucionales y previsiones de precio revisadas para ETH. Ethereum se perfila como capa tecnológica para pagos, tokenización de activos y stablecoins reguladas, factores que explican objetivos de mercado más elevados y reorientaciones de capital. Estos avances sitúan a ETH en el centro de la conversación sobre su posible papel como infraestructura financiera programable.
A pesar de la volatilidad reciente y los intentos fallidos de superar resistencias superiores, el precio de Bitcoin se mantiene firme en el nivel de los 91.000 dólares. Este comportamiento ha sorprendido a los analistas, ya que los traders de futuros de Bitcoin parecen rechazar la capitulación frente a la presión de venta. Datos recientes de plataformas de derivados sugieren que, aunque existe cautela, no hay señales de pánico estructural en el mercado actual.
El mercado de criptoactivos enfrenta una nueva señal de alerta, ya que análisis recientes sugieren un riesgo de caída de XRP inminente hacia niveles inferiores. Datos técnicos y fundamentales apuntan a una corrección del 25% que llevaría al activo a los 1.55 dólares. Este escenario bajista se ha consolidado tras la ruptura de soportes clave en las últimas sesiones de negociación.
La reapertura del gobierno de Estados Unidos tras el acuerdo en el Senado el 10 de noviembre de 2025 reactivó la maquinaria regulatoria y con ella la posibilidad de acelerar las aprobaciones de ETF cripto.
El presidente del Comité de Basilea y responsables regulatorios internacionales admiten que las reglas de capital actuales para exposiciones cripto son inadecuadas y requieren una revisión urgente. El marco vigente propone un ponderador de riesgo del 1.250% para activos del “Grupo 2” y un límite agregado del 1% sobre el capital de nivel 1, medidas que podrían excluir a los bancos del mercado cripto y fragmentar la normativa global.
Amplify lanzó el primer ETF de ingresos con opciones basado en XRP, listado en Cboe BZX y registrado en DTCC. El fondo propone generar hasta un 3% mensual mediante una estrategia sintética de covered calls sobre ETPs vinculados a XRP, una opción dirigida a inversores que buscan renta ligada a criptomonedas.
Standard Chartered mantiene una postura alcista sobre Bitcoin y considera que la reciente venta acelerada está terminando, lo que abre la puerta a un repunte hacia finales de 2025. A través de su Head of Digital Assets Research, Geoffrey Kendrick, la firma apunta a objetivos de $135.000 a corto plazo y $200.000 para cierre de año, apoyándose en señales técnicas y de flujo que sugieren agotamiento vendedor. El análisis enmarca la corrección reciente dentro de un patrón cíclico y la contrasta con flujos en ETFs y avances regulatorios que respaldan la demanda.