Durante una intensa corrección de mercado que sacudió la confianza de los inversores, la firma gestionada por Cathie Wood ejecutó movimientos audaces los días 20 y 21 de noviembre de 2025. Ark Invest destinó un total de 78,3 millones de dólares a acciones relacionadas con criptomonedas, aprovechando los precios descontados para reforzar su portafolio a largo plazo en medio del pánico generalizado.
Por otro lado, el desglose de las operaciones revela una acumulación estratégica en empresas clave del sector de infraestructura digital. El 20 de noviembre, la firma invirtió 39,6 millones, destacando la adquisición de paquetes masivos de Bullish y Circle Internet Group. Asimismo, la ofensiva continuó al día siguiente con compras adicionales por valor de 38,7 millones de dólares, sumando posiciones en Coinbase y aumentando significativamente su participación en Bitmine Immersion Technologies. Estas adquisiciones se distribuyeron entre varios de sus fondos de innovación, buscando consolidar exposición a jugadores de infraestructura vitales.
Es crucial notar que estas transacciones ocurrieron en medio de una crisis de liquidez que golpeó severamente las valoraciones de todo el sector. Bitcoin descendió por debajo de los 90.000 dólares y Ethereum perdió el soporte psicológico de los 3.000 dólares, borrando gran parte de las ganancias anuales acumuladas. Este escenario de miedo, exacerbado por tensiones macroeconómicas y datos de inflación adversos en Estados Unidos, creó una dislocación de precios que la gestora interpretó como una oportunidad táctica, aplicando su filosofía de inversión contraria habitual.
¿Validará el tiempo esta agresiva apuesta por la infraestructura digital descentralizada?
Dentro de las apuestas específicas, resalta el interés particular en Bitmine debido a su significativa tesorería en Ethereum y sus planes operativos futuros diferenciados. La compañía proyecta lanzar una red local de validadores llamada MAVAN para principios de 2026, un factor operativo que promete flujos de caja potenciales. De este modo, la estrategia de Ark reafirma su convicción inquebrantable en la tecnología blockchain, priorizando empresas que construyen los cimientos técnicos del ecosistema en lugar de solo especular con los precios de los activos volátiles diarios.
Finalmente, esta inyección masiva de capital sitúa a Ark en una posición ventajosa si el mercado logra estabilizarse en el corto plazo. La atención de los inversores institucionales se centrará ahora en el desempeño operativo de estas compañías y el inicio del proyecto MAVAN, eventos que podrían catalizar una recuperación en las valoraciones. La gestora mantiene firme su visión de que la adopción institucional seguirá avanzando, apostando a que los fundamentales prevalecerán sobre la turbulencia temporal del mercado.
