Al Warda Investments, bajo la supervisión del Consejo de Inversión, ha intensificado drásticamente su inversión de Abu Dhabi en Bitcoin durante el tercer trimestre de este año. Un portavoz oficial confirmó a Bloomberg que esta maniobra estratégica busca diversificar la cartera estatal, considerando al activo digital como un refugio de valor comparable al oro. Este movimiento se produce en un momento crucial, justo cuando el mercado buscaba consolidar nuevos máximos históricos.
Los documentos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores revelan un aumento del 230% en la participación de la firma en el iShares Bitcoin Trust (IBIT). La entidad ahora posee poco menos de 8 millones de acciones, lo que eleva el valor total de la posición a 517.6 millones de dólares. Este aumento sustancial, ejecutado a través del vehículo de inversión Al Warda, destaca un cambio significativo en la asignación de capital soberano hacia productos financieros regulados en Estados Unidos, alejándose de las estrategias tradicionales.
Históricamente, el Consejo de Inversión, filial de Mubadala Investment Co., se ha centrado en mercados privados como compras corporativas, infraestructura y bienes raíces. Sin embargo, esta nueva dirección subraya una adaptación hacia un futuro más digitalizado, donde el activo líder juega un papel crucial junto al oro. La visión institucional es clara: ambos activos contribuyen a la estabilidad a largo plazo, integrándose plenamente en las estrategias de diversificación tanto inmediatas como futuras del fondo soberano para mitigar riesgos globales.
¿Seguirán otros fondos soberanos el ejemplo institucional ante la volatilidad actual?
Esta inyección de capital institucional se suma a una ola creciente de interés por parte de grandes actores globales y académicos. Por otro lado, el fondo de dotación de Harvard reveló recientemente una posición de 443 millones de dólares en el mismo ETF, lo que representa cerca del 20% de sus tenencias públicas reportadas en Estados Unidos. A pesar de que Bitcoin alcanzó un récord cercano a los 126,000 dólares en octubre antes de deslizarse por debajo de los 90,000 dólares en noviembre, la confianza de entidades de este calibre refuerza la legitimidad del activo frente a las fluctuaciones del mercado.
La caída del 30% desde los máximos recientes ha afectado el interés general en los fondos cotizados, generando salidas notables como las registradas el 18 de noviembre. Sin embargo, la firmeza de Abu Dhabi sugiere una perspectiva que trasciende la volatilidad a corto plazo de las criptomonedas. A medida que el mundo financiero evoluciona, la apuesta continua por estos instrumentos podría señalar una madurez del mercado, donde la acumulación estratégica prevalece sobre el miedo momentáneo.
