El mercado inicia diciembre bajo tensión mientras la predicción del precio de Bitcoin sugiere volatilidad ante decisiones inminentes de la Reserva Federal. Según el analista Arslan Butt, el activo cotiza cerca de 86.056 dólares tras revertir su máximo de octubre, enfrentando una rotación de liquidez masiva que podría redefinir el apetito de riesgo global en las próximas semanas.
Los datos técnicos muestran que Bitcoin ha caído casi un 6% en las últimas 24 horas, perdiendo fuerza tras alcanzar los 126.000 dólares previamente. Analistas advierten que una rotación de 6,6 billones de dólares en liquidez global podría sacudir los mercados de bonos y acciones, impactando directamente en el sector digital. Por otro lado, la acción del precio permanece atrapada en un canal descendente, con una resistencia clara en la media móvil de 20 días cercana a los 92.000 dólares, lo que refuerza el dominio de los vendedores a corto plazo frente a los compradores.
¿Podrá el cambio de liderazgo en la Fed impulsar una recuperación alcista?
La especulación sobre el futuro financiero se intensifica ante los informes de que Kevin Hassett, ex asesor económico, podría presidir la Fed. Su nombramiento marcaría un giro dramático hacia políticas más amigables con los activos digitales, alentando un movimiento de capital hacia el sector. Asimismo, los operadores observan señales sutiles desde China, donde mejoras en las condiciones de crédito y ajustes de liquidez se interpretan como una luz verde para activos de alto riesgo, incluyendo las criptomonedas, en un entorno macroeconómico cambiante.
Si la tendencia actual persiste, la predicción del precio de Bitcoin ubica el próximo soporte crítico en los 81.028 dólares. Una ruptura por debajo de este nivel, impulsada por un volumen acelerado, podría extender las pérdidas hacia los 75.391 dólares o incluso zonas inferiores. No obstante, indicadores como el RSI en 32 sugieren que el impulso es débil pero no sobrevendido, por lo que se requiere un cierre diario por encima de 103.574 dólares para confirmar una reversión alcista significativa y atraer nuevamente a los compradores institucionales.
El escenario para el cierre de año depende de la interacción entre la política monetaria y los flujos de capital soberano. Los alcistas mantienen la esperanza en una relajación de tasas y una oferta ajustada, aunque la volatilidad inmediata parece inevitable mientras el mercado digiere estos cambios estructurales. Los inversores deberán vigilar los niveles de soporte técnico mencionados, ya que un rebote desde esa zona podría reabrir objetivos hacia los 98.000 dólares y reactivar el ciclo positivo para el resto de los activos digitales principales.
