La seguridad cuántica ha pasado de ser un riesgo teórico a una prioridad activa de ingeniería para las cadenas de bloques de Capa‑1 a medida que proyectos y organismos públicos planifican migraciones hacia la criptografía postcuántica (PQC).
El algoritmo de Shor puede factorizar eficientemente enteros grandes y resolver logaritmos discretos, amenazando las firmas de clave pública modernas; el algoritmo de Grover acelera la fuerza bruta contra claves simétricas y hashes, reduciendo efectivamente a la mitad la seguridad en bits. La criptografía postcuántica (PQC) es una familia de algoritmos de software clásico diseñados para resistir tanto ataques clásicos como cuánticos.
La estandarización por parte de NIST ha acelerado la adopción al nombrar esquemas basados en retículas y en hash: entre los ejemplos citados se encuentran CRYSTALS‑Kyber para KEM (ML‑KEM), CRYSTALS‑Dilithium para firmas (ML‑DSA) y SPHINCS+ (SLH‑DSA) como una alternativa conservadora.
El coste práctico de la migración es material. Las firmas ECDSA actuales promedian 64 bytes; las firmas ML‑DSA pueden alcanzar ~2.420 bytes y las firmas basadas en hash SLH‑DSA varían entre 8 KB y 50 KB. El material de clave ML‑KEM puede ampliarse hasta 800–4.600 bytes. Esas claves y firmas más grandes incrementan el tamaño de las transacciones, el ancho de banda y el almacenamiento on‑chain, elevando los costos de gas y presionando el rendimiento (TPS) y los esquemas de agregación de Capa‑2.
Por ello los desarrolladores están evaluando compensaciones entre la resiliencia criptográfica y el rendimiento de la red, con muchos experimentos confinados a testnets y pilotos de Capa‑2.
Qué redes y enfoques se están preparando primero para la seguridad cuántica
Redes y proveedores están tomando rutas variadas: diseños postcuánticos integrados, retrofit y envoltorios híbridos. Quantum Resistant Ledger (QRL) se construyó con XMSS basado en hash desde su inicio, evitando la complejidad del retrofit. Algorand ha adoptado firmas FALCON y firma Pruebas de Estado (State Proofs) con esquemas postcuánticos, y se está posicionando públicamente para más trabajo en PQC en su hoja de ruta; se esperan pilotos de ML‑DSA en contratos inteligentes en 2025. QANplatform, Cellframe y Quranium se presentan como Capa‑1 con protocolos nativos o auditados resistentes a quantum; Quranium ha informado inversión institucional que subraya su enfoque en PQC e integración con IA.
Las grandes cadenas incumbentes están siguiendo estrategias híbridas para limitar la disrupción. Ethereum y Bitcoin exploran migraciones por fases usando pruebas en Capa‑2 con zkEVM y STARK, y actualizaciones de protocolo (por ejemplo Verkle trees y hooks a nivel de ejecución) para permitir una adopción gradual de PQC sin reescribir mediante hard fork. Surgen soluciones comerciales de «Quantum Crypto Wrapper» (QCW) para superponer protecciones PQC sobre cadenas y dApps existentes, permitiendo retrofit sin reconstruir los protocolos centrales.
También han emergido iniciativas público‑privadas, incluyendo un plan para diseñar una blockchain soberana resistente a quantum para Abu Dhabi con Agile Dynamics y contribuciones de equipos como SEALCOIN.
El ecosistema está pasando de la conciencia a la ingeniería: los primeros adoptantes favorecen PQC nativo o diseños híbridos auditados, mientras que las redes principales prueban PQC en Capa‑2 antes de cambios en mainnet.
