El cofundador de Terraform Labs, Do Kwon, ha solicitado formalmente a un juez de los Estados Unidos que limite su sentencia de prisión a cinco años. Esta petición surge en el contexto del infame Caso TerraUSD, el cual provocó pérdidas masivas en el mercado criptográfico global en 2022.
En una presentación judicial realizada este miércoles, la defensa argumentó ante el tribunal que una condena más larga sería excesiva, dado el castigo físico y financiero que el empresario ya ha soportado durante su detención en el extranjero.
El equipo legal de Kwon enfatiza que su cliente ha pasado casi tres años tras las rejas, describiendo que más de la mitad de ese tiempo transcurrió en «condiciones brutales» dentro de una prisión en Montenegro. Tras ser extraditado, Kwon se declaró culpable en agosto de cargos de fraude electrónico y conspiración para defraudar, buscando una resolución rápida.
Bajo el acuerdo de culpabilidad, los fiscales estadounidenses acordaron no buscar una sentencia superior a los 12 años. Sin embargo, sus abogados insisten en que cualquier pena que exceda el lustro es «mucho mayor de lo necesario» para impartir justicia. Además, como parte del trato, Kwon aceptó decomisar más de 19 millones de dólares y varias propiedades.
¿Es suficiente la pena propuesta considerando la magnitud del colapso financiero global?
Es vital recordar que el Caso TerraUSD no solo implicó la caída de una moneda estable, sino que borró aproximadamente 40.000 millones de dólares de valor de los mercados. Por ende, la solicitud de indulgencia contrasta fuertemente con la devastación financiera que sufrieron miles de inversores minoristas e institucionales.
La defensa argumenta que las multas y el tiempo servido ya constituyen una retribución significativa. No obstante, la gravedad de los delitos financieros cometidos sugiere que la fiscalía podría presionar por el máximo acordado en los próximos días.
Por otra parte, la odisea legal de Kwon está lejos de terminar con la sentencia estadounidense. Los fiscales en Corea del Sur están persiguiendo un caso separado vinculado a los mismos eventos catastróficos. En su país natal, las autoridades buscan una condena ejemplarizante de hasta 40 años de prisión por su papel en el desastre.
De este modo, la resolución en Nueva York servirá solo como el primer capítulo de una larga batalla judicial transcontinental. La coordinación entre ambas jurisdicciones será clave para determinar el destino final del empresario.
El juez de distrito Paul Engelmayer dictará la sentencia definitiva en Manhattan el próximo 11 de diciembre. Mientras el mercado de criptomonedas intenta reconstruir la confianza perdida tras estos eventos sistémicos, la comunidad observa atentamente el veredicto. El resultado de esta audiencia sentará un precedente crucial sobre la responsabilidad penal de los fundadores de proyectos fallidos. Finalmente, el destino de Do Kwon servirá de advertencia sobre las consecuencias legales de la mala gestión de activos digitales a gran escala.
