La anhelada recuperación de Ethereum hacia la marca psicológica se ve obstaculizada actualmente por una notable ausencia de capital fresco. Según datos recientes de Glassnode, la actividad de nuevas direcciones permanece estancada a finales de noviembre de 2025, lo cual es preocupante. Esto sugiere que el activo depende excesivamente de los tenedores antiguos sin lograr atraer nuevos participantes al ecosistema.
Con el precio de Ethereum cotizando alrededor de los 2.814 dólares, las métricas en cadena presentan señales mixtas y desafiantes. Por un lado, la actualización Fusaka, programada para el 3 de diciembre de 2025, promete optimizar el rendimiento de datos. Sin embargo, el crecimiento de direcciones nuevas es estacionario, indicando una demanda débil que dificulta el impulso alcista necesario. Aunque los activos tokenizados en la red superan los 7.400 millones de dólares, falta volumen de compra externo. Además, las mejoras de escalabilidad como Dencun buscan elevar la utilidad técnica de la red.
¿Podrán las mejoras técnicas reactivar el interés de los inversores institucionales?
El escenario actual revela una desconexión palpable entre los avances tecnológicos del protocolo y la reacción del mercado. Por otro lado, la reducción de liquidez global actúa como freno importante para los inversores institucionales y minoristas por igual. Asimismo, la incertidumbre regulatoria transforma el nivel de 3.000 dólares en una barrera de liquidez difícil de superar. Sin un flujo constante de capital externo, la convicción de los HODLers pierde fuerza y su efecto multiplicador se desvanece rápidamente. De este modo, la blockchain necesita demostrar beneficios claros y una adopción real para cambiar esta tendencia.
Técnicamente, el precio enfrenta una presión considerable en zonas de resistencia clave, específicamente en los 2.920 dólares. Por otra parte, movimientos significativos de ETH hacia exchanges sugieren una posible volatilidad entrante y riesgo de ventas de reacción. Las medias móviles han girado hacia la lateralidad, mientras que las bandas de Bollinger anticipan movimientos bruscos. Si se rompen los soportes inmediatos de 2.770 dólares, podría ocurrir un retesteo bajista severo hacia niveles inferiores cercanos a los 2.000 dólares. Joseph Lubin ha señalado que los grandes actores podrían aprovechar este nerviosismo para operar estratégicamente.
Para lograr una subida sostenible y duradera, es crucial que la demanda de nuevas direcciones se reactive pronto. La recuperación de Ethereum depende ahora de cómo el mercado reciba la próxima actualización tecnológica de diciembre. Si no se logra atraer capital nuevo e inversores frescos, la acumulación actual solo servirá como soporte temporal pero no garantizará nuevos máximos. El mercado se mantiene a la expectativa de si la actualización Fusaka alterará la dinámica de oferta.
