IBM ha anunciado importantes avances en procesadores cuánticos, software y corrección de errores que acercan la realidad de una computación cuántica verificable y tolerante a fallos. El conjunto de innovaciones incluye dos nuevos chips (Nighthawk y Loon), mejoras significativas en su plataforma Qiskit y procesos de fabricación acelerados, desarrollos que impactarán directamente a investigadores, centros de supercomputación y empresas que utilizan algoritmos cuánticos de alto rendimiento.
El procesador IBM Quantum Nighthawk representa la unidad más avanzada de la compañía hasta la fecha. Incorpora 120 qubits y 218 acopladores ajustables, ofreciendo un 20% más de conectividad que su predecesor. Esta mayor interconexión permite ejecutar circuitos con un 30% más de complejidad manteniendo bajas tasas de error. Los sistemas basados en Nighthawk podrían gestionar hasta 5.000 puertas de dos qubits, con una hoja de ruta que proyecta alcanzar 7.500 en 2026, 10.000 en 2027 y 15.000 en 2028.
Por otro lado, IBM Quantum Loon es un procesador experimental enfocado en componentes necesarios para la corrección de errores cuánticos (QEC). Este chip integra varias capas de enrutamiento de baja pérdida para enlaces más largos dentro del chip y técnicas de reinicio de qubits entre cómputos, con el objetivo de validar arquitecturas escalables para computación tolerante a fallos.
Nighthawk y Loon: chips de nueva generación para IBM
Qiskit ha experimentado mejoras significativas en la ejecución de circuitos dinámicos, con un aumento de precisión del 24% a escala de más de 100 qubits. También se ha logrado una reducción del coste de extraer resultados precisos en más de 100 veces, facilitada por la mitigación de errores potenciada por HPC y una nueva C-API para integrar flujos clásicos-cuánticos.
Un componente crítico es la mejora en la decodificación para QEC: IBM reporta una aceleración de 10 veces en el decodificador en tiempo real, alcanzando latencias por debajo de 480 nanosegundos mediante chips FPGA de AMD para descargar la carga de cálculo clásico. El cambio de fabricación a una instalación de 300 mm en Albany ha reducido a la mitad los plazos de construcción de procesadores y multiplicado por diez la complejidad física posible en los chips.
La compañía proyecta construir el sistema IBM Quantum Starling en un nuevo centro de datos en Poughkeepsie para 2029, diseñado para ejecutar cientos de qubits lógicos y cientos de millones de operaciones de puerta.
El próximo objetivo señalado es alcanzar una «ventaja cuántica verificada» a finales de 2026 y demostrar sistemas tolerantes a fallos para 2029, aunque el sector aún espera pruebas independientes que confirmen que estas métricas se traducen en rendimiento útil para aplicaciones reales.
