Bitfarms anunció el cierre gradual de sus operaciones de minería de Bitcoin para reconvertir su infraestructura hacia centros de datos de alta capacidad para inteligencia artificial (AI). La decisión afecta a su planta de 18 MW en Washington y a parte de su capacidad energética global, con el objetivo de sustituir una rentabilidad decreciente por ingresos por kilovatio-hora hasta 25 veces superiores en cargas AI, según la hoja de ruta presentada.
La empresa planea convertir la instalación de 18 MW en Washington para cargas HPC/AI antes de diciembre de 2026, respaldada por un acuerdo de suministro de TI y materiales totalmente financiado por US$128 millones, de acuerdo con la información difundida.
En paralelo, Bitfarms ha reconfigurado su financiación: convirtió una línea de deuda con Macquarie en un financiamiento de proyecto de US$300 millones y dispuso US$50 millones adicionales para su Panther Creek Campus. En octubre de 2025, cerró una emisión de bonos convertibles por US$588 millones con vencimiento en 2031 y una tasa de conversión inicial cercana a US$6,86 por acción.
En términos operativos, la compañía dispone de unos 170 MW de capacidad energética 100% renovable en Canadá, EE. UU., Paraguay y Argentina, que pretende redirigir hacia cargas de alta densidad.
El futuro de Bitfarms y los centros de IA
En resultados, Bitfarms informó ingresos de US$77,8 millones y una pérdida neta de US$28,84 millones en cifras reportadas al 11 de noviembre de 2025, con un EBITDA negativo de US$0,475 millones; la compañía declara liquidez disponible cercana a US$1.000 millones al 13 de noviembre de 2025.
El mercado ha reaccionado con volatilidad: el precio de la acción cayó a US$3,37 el 11 de noviembre desde US$4,06 cinco días antes, y analistas han planteado preocupaciones sobre dilución y valoración.
Power Usage Effectiveness (PuE) mide la eficiencia energética de un centro de datos como la proporción entre la energía total consumida y la energía entregada a los equipos informáticos; Bitfarms apunta a un PuE entre 1,2 y 1,3 en las nuevas instalaciones.
Entre las claves figuran la conversión de 18 MW en Washington con un contrato de US$128 millones; el financiamiento de proyecto por US$300 millones y los US$588 millones en bonos convertibles (venc. 2031); los resultados al 11 de noviembre de 2025 con ingresos de US$77,8 millones y pérdida neta de US$28,84 millones; y una liquidez disponible cercana a US$1.000 millones al 13 de noviembre de 2025.
El próximo hito es la finalización prevista de la conversión del sitio de Washington en diciembre de 2026; hasta entonces, la evolución del flujo de caja, el grado de ejecución técnica y la absorción de capacidad por clientes AI serán los indicadores clave para valorar si la transición cumple su objetivo de mejorar la rentabilidad.
