El Banco de Inglaterra (BoE) acelerará un marco regulatorio para stablecoins a la par de Estados Unidos, afectando a emisores, exchanges e inversores que emplean estas monedas como medio de pago. El BoE prepara un documento de consulta para el 10 de noviembre de 2025 y apunta a una puesta en marcha operativa en 2026, buscando evitar un desfase frente al paquete estadounidense conocido como GENIUS Act.
El anuncio sitúa al Reino Unido en una vía de convergencia con las normas estadounidenses. El GENIUS Act, firmado el 18 de julio de 2025, exige respaldo 1:1 en activos líquidos de alta calidad, prohíbe el pago de intereses y ordena divulgaciones periódicas de reservas. También prevé un umbral de supervisión federal para emisores con más de $10.000 millones y permite regulación estatal para actores menores.
BoE y Financial Conduct Authority (FCA) coordinarán la supervisión: el BoE controlará stablecoins sistémicas y la FCA el resto, con un esquema que busca mitigar riesgos macrofinancieros sin asfixiar la innovación. El plan británico incluye límites provisionales de tenencia de £20.000 para individuos y £10 millones para empresas; la vicegobernadora Sarah Breeden los ha justificado por diferencias en los mercados hipotecarios y por proteger la liquidez bancaria durante la transición. Los límites podrían relajarse o eliminarse tras evaluaciones de estabilidad, y se barajan exenciones para grandes exchanges e inversores institucionales.
Reino Unido y EE. UU. lanzaron un grupo de trabajo conjunto en septiembre de 2025, con recomendaciones previstas para marzo de 2026, para armonizar requisitos y facilitar flujos transfronterizos.
Regulación por parte del Boe
El marco en discusión en Londres replicará elementos clave del GENIUS Act: reservas segregadas, transparencia y prioridad de acreedores en procesos concursales. Estas medidas buscan reducir el arbitraje regulatorio y elevar la confianza en las stablecoins como medio de pago regulado. La definición exacta de licencias, sanciones y frecuencia de divulgación quedará sujeta a la consulta del 10 de noviembre.
La sincronización prometida puede acelerar la adopción y reducir la fragmentación normativa, pero también impone costes de cumplimiento y potenciales limitaciones de liquidez en la fase inicial, especialmente mientras se testean límites y exenciones.
El próximo hito verificable es la publicación del documento de consulta del BoE el 10 de noviembre de 2025; esa hoja de ruta marcará el alcance definitivo de las exigencias para emisores y custodios de stablecoins en el Reino Unido.
