Circle actualizó a principios de noviembre de 2025 sus términos de servicio y permitió el uso de USDC para «transacciones legales de armas de fuego protegidas por la Segunda Enmienda», revirtiendo una prohibición previa que vetaba operaciones relacionadas con armas y munición. La decisión importa porque expone cómo las stablecoins pueden quedar sujetas a presiones políticas y afecta a comerciantes, usuarios y legisladores que discuten el papel regulatorio de monedas digitales vinculadas al dólar.
La política original de Circle incluía una prohibición amplia contra «armas de cualquier tipo, incluidas armas de fuego, munición, cuchillos o explosivos», según reportes que impulsaron una campaña de grupos pro-armas y legisladores conservadores. El activismo conservador, liderado por Americans for Tax Reform (ATR), y las críticas de la National Shooting Sports Foundation (NSSF) calificaron la medida como «discriminación financiera» y la compararon con el episodio histórico conocido como Operation Choke Point.
La compañía justificó el cambio señalando que no negará el uso de USDC para transacciones legalmente permitidas: «We have not and will not deny the use of USDC for legally permissible transactions involving firearms.»
Contexto e impacto de la decisión sobre USDC
Circle, que salió a bolsa en junio de 2025 con una IPO de $1.05 millones, también afrontó presión política directa: senadores como Bill Hagerty y Cynthia Lummis celebraron la reversión como una defensa contra mecanismos que, en su opinión, restringen derechos de comercio.
La decisión subraya que stablecoins emitidas por entidades centralizadas están expuestas a incentivos políticos y de reputación, lo que puede traducirse en cambios de política operativa según el contexto legislativo.
Al alinearse explícitamente con la ley federal, Circle reduce su riesgo inmediato de confrontación legal, pero incrementa la atención legislativa y de grupos de interés sobre sus términos de servicio.
El giro llega en el marco del debate legislativo sobre stablecoins (mencionado por promotores del GENIUS Act) y anticipa un periodo de escrutinio político y normativo; el siguiente hito a observar es la reacción regulatoria y cualquier nueva actualización de términos de servicio por parte de emisores de stablecoins.
