Bitcoin cayó por debajo del umbral de los US$ 100 000 por primera vez desde junio, en medio de una corrección generalizada en el mercado de criptomonedas que ha borrado más del 20 % desde su máximo alcanzado el mes pasado. La caída pone de relieve los crecientes obstáculos que enfrenta el activo digital en un entorno más cauteloso.
La ruptura de los US$ 100 000 es uno de los sacudones más importantes para Bitcoin en meses recientes. Tras alcanzar un nuevo máximo histórico por encima de los US$ 126 000 a comienzos de octubre, el precio ha retrocedido más del 20 %, lo que expone la fragilidad del repunte. La corrección parece estar impulsada por varios factores interrelacionados: alto apalancamiento en mercados de derivados, reubicación institucional y renovada incertidumbre macroeconómica.
En el ámbito de los derivados, los traders reaccionaron a eventos de liquidación masiva en octubre y a una caída pronunciada en el interés abierto, lo que sugiere que muchos estaban sobreexpuestos. Los datos on-chain muestran que los tenedores a corto plazo y los nuevos participantes han estado entre los más activos, a menudo saliendo en niveles de pérdida —lo que indica una fase posible de capitulación. Al mismo tiempo, los flujos institucionales, aunque aún presentes, no han generado suficiente demanda compensatoria, dejándolo todo en un escenario de cautela.
Se quiebran soportes clave al converger apalancamiento, sentimiento y presiones macro
Desde lo macroeconómico, el momento es significativo: la Reserva Federal de EE.UU. dejó entrever que los recortes de tasas adicionales podrían no llegar, reduciendo el atractivo de los activos de riesgo como las criptomonedas. El fortalecimiento del dólar y la mayor restricción de liquidez afectan directamente a los activos que no generan rendimiento, como Bitcoin. En el plano técnico, la ruptura del soporte clave entre US$ 104 000-110 000 abrió un vacío de compradores. Con el próximo soporte significativo más cerca de US$ 96 000 o incluso US$ 90 000, el camino hacia la baja parece más abierto de lo que muchos esperaban.
Para inversores y traders, el mensaje es claro: esto no es un retroceso rutinario, sino una reevaluación de riesgo en todo el mercado cripto. Aunque los fundamentos a largo plazo —como la adopción de red y la infraestructura institucional— siguen intactos, el entorno a corto plazo es menos tolerante. Se espera que la volatilidad se mantenga elevada, y conviene guiarse por soportes, tendencias de volumen y señales de liquidez para cualquier movimiento táctico.
En resumen: la caída de Bitcoin por debajo de US$ 100 000 es una llamada de atención de que el mercado cripto está entrando en una fase de precaución más que de euforia.
